domingo, 28 de abril de 2013

Hello NZ!

"Por fin" llegó el día! El pasado miércoles empezaba mi aventura en el otro lado del mundo, concretamente en Hamilton, Nueva Zelanda. Después de unas 34h de viaje (6h a Dubai, 9 de escala, y el resto de viaje a Auckland haciendo escala en Melbourne) llegué sano y salvo a mi nueva casa, en Knox Street: 





Como podéis ver, las habitaciones son bastante grandes, y cada una tiene cuarto de baño propio y una mini cocina. Además, compartimos una cocina grande entre 16 habitaciones, además de lavadora etc. La verdad es que el sitio me gusta más de lo que me esperaba: muy cerca del centro y de sitios tan espectaculares como este:





Es el río Waikato a su paso por Hamilton, a apenas 3 minutos andando de donde vivo. Con un sitio así, ya no tengo excusa para no ir a correr (casi) todos los días. Sin embargo, tendré que empezar el inicio de mis buenos propósitos otro día, porque hoy tocaba ir a Clearways (el alojamiento oficial de CTC en Hamilton, aunque a nosotros no nos ha tocado) a hacer una barbacoa con el resto de cadetes.

Bueno, vamos a responder ahora a la pregunta que más me ha hecho la gente... ¿Cómo es NZ? Obviamente llevo tres días aquí y apenas puedo contestar (no he visto más que Hamilton prácticamente), pero mis primeras impresiones son:
1) El país más verde en el que jamás he estado. Además tiene pinta de haber paisajes espectaculares. Con razón ESDLA se filmó aquí.
2) Mucho más caro de lo que me pensaba. Me imagino que es también por lo que se ha depreciado el Euro (y la libra) frente al dólar neozelandés, pero entras al supermercado con hambre y sales con tristeza de ver lo que cuesta todo. Para que os hagáis una idea, la leche de marca blanca cuesta 1,50 euros, un paquetito pequeño de jamón en dulce 2,50 euros (marca blanca también), un poco de mantequilla 3 euros y pico, mientras que dos trozos de salmón pueden costar alrededor de 8 euros cada uno. Pero lo mejor de todo llega cuando coges un pimiento rojo sin mirar el precio y te clavan 2,70 euros por UNO solo. Ahora bien, imagino que aquí juega un papel importante el tema importación: el pimiento es caro porque lo deben importar (como casi todo), pero sin embargo tienes unos buenos bistecs locales por apenas 2 euros la unidad (cuando una pechuga de pollo pequeña te vale lo mismo). Curioso...
3)   Tiene el encanto de NZ, coches japoneses y carreteras y camiones americanos. Una mezcla bastante curiosa. Ah! Y no saben utilizar el intermitente. True story.
4) Aunque mi padre no se lo crea, el transporte público es prácticamente inexistente, así como los coches diésel. 
5) La gente parece más abierta que en UK, pero su acento me hace pitar los oídos.

En fin, mañana llegan los resultados de los exámenes (deberían haber llegado el viernes), y también tendremos las primeras clases. Lo que queda de ahora en adelante os lo explicaré mejor en el próximo post. De momento, para dar un poco de envidia, os voy a contestar a la segunda pregunta que todo el mundo me hace... ¿Y qué tal el viaje?

Pues el "viaje" fue "mejor" de lo esperado. Antes de esto, mi vuelo más largo era de algo más de 3 horas (a Canarias), y ahora me metía en un viaje de 34. Pensaba que me iba a morir, pero de hecho no estuvo nada mal. El primer vuelo fue en Boeing 777-300ER de Emirates. Tuve la suerte de tener una fila entera de 3 para mí solito, y la verdad que entre las películas, los jueguecitos en las pantallas y la cena, se me pasó "volando". Al aterrizar en Dubai (aunque eran las 02:00 hora local), mi idea era salir del aeropuerto para hacer un poco de turismo (tenía 9h de escala). Pese a que todo el mundo me había dicho que los taxis eran super baratos (incluso en el mismo aeropuerto me dijeron que no costaban más de 5-10 dólares cada trayecto), ese fue mi primer problema. Cambié 20 euros (aprox. 25 dólares, que equivalen a 90 dirhams) pensando que tendría suficiente, y al llegar me encuentro que se rumorea que cada viaje cuesta unos 60-70 dirhams (con lo cual no me daba para volver). Pensé en volver atrás a cambiar más euros, pero después me dije (va Víctor, a la aventura!). De hecho había visto la tabla de precios y me cuadraba mucho más con las primeras informaciones que yo tenía, así que supuse que no iba a tener problema...

... Al subir al taxi, lo primero que me dice el taxista: ¿A dónde vas a estas horas si está todo cerrado? ¡Bien! Le dije que me llevara igualmente. La bajada de bandera ya eran 25 dirhams, pero al parecer a partir de ahí solo 2 dirhams cada km., con lo cual me debería llegar para ir y volver.... ¡Error! Resulta que también cobraban por cada peaje por el que pasaban, y misteriosamente había varios peajes en apenas 7km... Total, que al llegar al Burj Khalifa (el rascacielos más grande del mundo), ya llevaba 57 dirhams... En estas que le pregunto al conductor.

- Oiga, ¿habrá algo abierto por aquí para cambiar euros a dirhams para volver?
- No hay nada abierto - me contesta. Lo cierto es que aunque la mayoría de cosas estaban cerradas, SÍ había algo abierto, varios restaurantes y locales son 24h en Dubai.
- Vaya...

Entonces me vio en un apuro y me dijo:

- Si quiere le puedo llevar de vuelta. 
- ¿Me cobrará los 25 dirhams de la bajada de bandera otra vez?
- No.

Total... Que yo pensé que el tío me quería forzar a volver con él para cobrarme también la vuelta y no ir de vacío (seguro). Me imagino que algo habría encontrado, pero decidí no arriesgarme porque tenía un vuelo que coger. Le pedí bajar 10 minutos para hacer unas fotos y después me volví con él. En estas, que al llegar al aeropuerto, eran 92 dirhams, y yo solo tenía 90...

¡Me los perdonó! Vale decir que le había avisado antes que igual no me llegaba, y que me dejara donde marcaba los 90, o que le podía pagar en euros. La verdad es que no me dijo nada y no me cobró nada en euros, me despidió con una sonrisa y me deseó buen viaje. Imagino que ya habría hecho negocio trayéndome de vuelta.

De vuelta al aeropuerto, volví a quedarme impresionado ante tal obra faraónica (o jequiana?). El aeropuerto de Dubai es ENORME, tanto en tamaño como en la grandeza de su interior. Las zonas de check-in parecen el interior de antiguos templos romanos, y las paredes de los vestíbulos simulan cascadas de agua. Es impresionante. Total, que allí me quedé unas 5h más. Le eché algo de morro y fui a Emirates a pedir algo, y me dieron un voucher de cena que gasté en un sitio un poco truño, pero que al menos tenía wifi y un asiento. 

Como recompensa a los que habéis llegado hasta aquí, algunas fotos del Burj Khalifa, tanto desde tierra (de noche) como desde el avión. La verdad es que es un edificio impresionante, y Dubai... bueno, también, pero a golpe de talonario, de no siempre buen gusto y de querer aparentar (fijaros todo el desierto que hay alrededor y entre la ciudad...)










En fin, después de esto, el viaje más largo de la historia. 18h y pico hasta Auckland, con una mini escala en Melbourne. Otra vez, se hizo menos pesado de lo que pensaba, y eso que pude dormir menos de lo que pensaba. Al llegar a Auckland (al mediodía), fuimos a las respectivas casas e intentamos no dormir hasta la noche para habituarnos al nuevo horario. Debo decir que me he adaptado bastante bien, incluso ya tengo sueño a las 23:00! (ayer a las 23:00 me sentía fresco como una rosa). 

En fin, de aquí a poco más y... depende de las notas... ¡Espero que mejor!



 



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